Y no sé, no sé, no sé si esto es lo que quiero

El amor existe y reside en las pequeñas cosas. Es una pequeña brisa de aire en las noches de verano, es llegar a casa y que tu perro te salude moviendo el cuerpo y jugando contigo, es que tus amigos te digan que te quieren. Es que tu abuela te hable todas y cada una de las mañanas del año para contarte lo que va a hacer ese día. Es hablar de tus miedos a la almohada, es llorar desconsoladamente sin que nada pueda hacerte mover del sitio. Felicidad es beber sin sed o comer sin hambre, es seguir caminando aunque no encuentres razones. Felicidad es mirar una foto de un buen momento. Felicidad es amor, el amor te hace feliz. Y ser feliz es cualquier cosa, es ser igual al resto. Y ser feliz es ser fuerte, es luchar contra ti mismo. Ser feliz es cogerle la mano a tu madre y abrazarla o tomarte la primera horchata del año con tu padre. Felicidad es que tu abuelo siga vivo años después, cuando le dieron meses de vida. Es poder reírte de las fotos de tu prima pequeña, aunque fueras igual a su edad. Felicidad es que tu otra prima pequeña te abrace  y te diga que lleva años sin verte, aunque apenas hayan pasado meses. Y es que tu mejor amiga duerma a tu lado y te mande un mensaje preguntándote que tal con tu día, o que aparezca con unas cervezas porque sabe de antemano que te van a hacer falta. Felicidad es cenar con tus amigos sin que tengáis que hablar de nada importante.
Felicidad es amor, porque cada uno de estos detalles te hacen sonreír por dentro. Algo tan simple como una canción, un capítulo, un mensaje de ánimo, tu preocupación por el examen de tu amiga, querer salvar tu relación sin destrozarte por dentro; incluso el hecho de que notes punzadas en el corazón...
Todo eso es amor.
Y por lo tanto, aunque tú no lo sepas, eres feliz.


Comentarios

Entradas populares